UBICACIÓN GEOGRÁFICA
Los persas fueron un pueblo de origen indoeuropeo de la rama indo-irania que acabaron fusionándose con los pueblos que conquistaron en la época aqueménida. Se originó como un grupo de tribus nómadas cuya localización original radicaba al norte de la meseta de Irán.
HISTORIA
El antiguo imperio Persa fue conocido por sus majestuosas estructuras en el desierto, riquezas y destrezamilitar; gobernado por reyes de gran poder y ambición, lograron conquistar desde el norte de África hasta Asia.Para construir un imperio de gran legado en la historia de la humanidad como el persa, necesitaron de extraordinarios avances en ingeniería, no sólo en la construcción de sus palacios sino en la creación de carreteras, puentes y canales.Alrededor de 4.000 años A.C., dos tribus nómadas se asentaron en la meseta iraní, un territorio fértil pero con una altas temperaturas, al norte se encontraban los medos y al sur los persas; tribus que se interesaron más por sobrevivir que por conquistar. A medida que fueron dejando estas costumbres nómadas se vieron en la obligación de establecer una fuente de agua, que no descubrirían en lugares comunes como ríos, sino en el sitios menos explorados (debajo de la tierra entre las rocas), hazañas realizadas por los hechiceros de la tribu, los cuales eran mitad médicos y mitad ingenieros, logros importantes para establecer las bases de su imperio.Al tener una fuente hídrica ya instaurada para el desarrollo de sus ciudades, sólo faltaba encontrar una forma de transportarla a las distintas zonas donde se requería creando así, túneles de irrigación de gran ingeniería, lo cual permitió llevar el agua a grandes distancias por terrenos escarpados y calurosos sin pérdida por evaporación.
DOCTRINA RELIGIOSA
Al comenzar el segundo milenio antes de Cristo, los arios ingresaron a las mesetas ubicadas entre el mar Caspio y el golfo Pérsico. La moral y disciplina de este pueblo fue admirada por los griegos, como Heródoto y Ctesias, y de sus escritos aprendemos parte de su religión. También de su libro sagrado: El Avesta, que aparentemente es sólo un fragmento del pensamiento de Zarathustra, ya que muchos escritos se quemaron en el incendio de Alejandro a Persépolis, la capital persa. Fue en el siglo XVII cuando se conoció el contenido del Avesta, gracias a la labor del francés, A. du Person, quien el al año 1771, lo tradujo al francés. El Avesta, posiblemente obra de Zarathustra, estaría compuesto de 21 obras diferentes, que abarca las distintas etapas de la historia persa. La última parte, relata la historia de Zarathustra y realiza una profecía sobre el fin del mundo.
Cuando los arios se asentaron en Persia, según el Zend-Avesta, su libro sagrado, había pocos animales domesticados. Entre ellos, estaban el perro y la vaca. El primero fue considerado parecido al humano, sólo de un rango inferior, castigándose al que lo maltratara. También se los hace responsables de sus actos. Por ejemplo, se condena a los perros que muerdan por primera vez a que se les corten las orejan. Si reinciden se le corta una pierna. Así, tras sucesivas veces se les agrava la condena.
Gracias a su profeta Zarathustra, abandonaron el nomadismo, y se hicieron sedentarios, para tener un lugar donde levantar un hogar y rendir culto a la divinidad. Este profeta, llamado Zoroastro por los griegos, y cuyo nombre real era Spitama Zarathustra, , predicó en el siglo VII a. C. Fue siempre una persona caritativa, capaz de compartir su alimento con los necesitados o de ayudar a quienes estaban en desgracia. Viajó por el mundo para averiguar donde existía el hombre más justo. Se dedicó a la meditación, informando los griegos que se mantuvo en silencio por siete años, buscando, muchas veces infructuosamente, llegar a la verdad, tratado de lograr que su pueblo, abandone las supersticiones irracionales. Recibió del señor del conocimiento, Ahura Mazda, las revelaciones que fundaron su doctrina.
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